la dulce locura del padre que me parió


Son los genes de la locura, papá, los que nos hacen emocionarnos con las viñetas de Fred Basset. Los que nos mueven y remueven como nervio inquieto, revoltoso y creativo. Locura por bailar con la persiana echada y cantar sin cucharón. Por silbar hasta reventar la escala de Sol y retromonguear. Locos de remate. De bañarnos desnudos en la playa. De chupar cabezas de gamba y comernos las patas. De llorar de amor a moco tendido. De enchufar los pies en la cara del otro cuando estamos en el sofá. Locos de atar. De contar verdades como pezuñas. De cocinar improvisado y bebernos la noche hasta que roncan las señoras. Locos de perseguir sueños posibles. De exigencia y seriedad laboral. De saber estar. Y no estar. De cazar respuestas al vuelo. Locos de amor. De amar salvaje y aullar tierno.